
La obra contempló la demolición de las antiguas veredas, adecuación de los desagües pluviales, compactación de suelos y ejecución de bases. Se colocaron cordones premoldeados de hormigón, además de cazuelas para el arbolado. Las veredas son de adoquines grises y adoquines negros para las bicisendas. La obra aporta a la seguridad vial y a la conectividad entre barrios, lo que redunda en beneficio de la población escolar que llega desde Barrio Fátima.